A un día de que se cumpla el primer aniversario de la última vez que se vio con vida a Cecilia Strzyzowski, ahora Marcela Acuña (52) -detenida como su esposo Emerenciano Sena (60) y su hijo César (20)- publicó una carta manuscrita en la que apuntó contra el gobierno provincial de Leandro Zdero por «hostigamientos» y el «aislamiento» en prisión. «Quieren que nos suicidemos», dijo Acuña.
«El 9/06/24 se cumple un año que estamos privado de la libertad y de todo derecho por decisión política de ‘Cambiemos'», comienza la nota de dos hojas que difundió Acuña. La publicación ocurrió apenas un día después de que su hijo hiciera lo mismo con una carta en la que rompió el silencio e intentó despegarse del crimen.
En uno de los pasajes resaltados con marcador naranja, asegura: «Hay una explícita voluntad de mantenernos hostigados y aislados, a fin de que nos suicidemos». También aprovecha el escrito para cuestionar la política social del Gobierno y se compara con tres figuras históricas: Cristo, el Che Guevara y «María madre de Dios».
Emerenciano Sena y Marcela Acuña están acusados de ser partícipes primarios del crimen de Cecilia Strzyzowski. En tanto, a su hijo César Sena lo señalan como el autor del homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido en contexto de violencia de género.
Acuña, quien tomó por costumbre escribir cartas para plantear sus puntos de vista sobre la causa, sostuvo que están presos por decisión política de Cambiemos.
«Aislados, torturados física y psicológicamente, hostigados, con suma crueldad, donde se sobrepasa continua y diariamente cualquier ley que sea a favor de los que estamos atravesando este cautiverio que de manera digitada desde el poder político evitan que pueda abrazar a mi hijo y a mi compañero (César- Emerenciano)», escribió la referente social.
En las dos páginas de carta, Acuña acusa a Leandro Zdero y Patricia Bullrich de usar un caso «policial» para «estigmatizarlos» y de crear un «relato» que los asimila a «asesinos» para que el Poder Judicial lo legitime.
«No solo es triste y doloroso estar presa siendo inocente, sino que al pensar lo que están haciendo mientras arman y gobiernan con esta causa policial es doblemente triste», escribe. En ese sentido, apunta a «trabajadores despedidos» y «privación de la alimentación a niños y adultos», cuestionamientos a la gestión social y económica del Gobierno.
También analiza el impacto de los cortes de calles en la clase media, y justifica los cortes al afirmar que ellos lo hacían por «promesas gubernamentales» que no se cumplían.
En uno de los pasajes más fuertes, la dirigente afirma que los quieren tener hostigados y sometidos a fin de que «nos suicidemos. «Instigan a que lleguemos a esta situación, es parte de su programa para generar una opinión pública que los siga avalando en su crueldad. Por lo cual responsabilizo al gobernador del Chaco, Zdero», remarca.
Desde el comienzo del caso, la fiscalía buscó evitar que los tres Sena mantuvieran diálogo entre ellos. Pero durante los meses que llevan detenidos lograron establecer vínculos. La familia logró dos reuniones de revinculación durante diciembre del año pasado. Y el viernes 26 de abril, Emerenciano y César (alojados en el mismo penal) lograron verse por un error de la guardia a la hora de reunirlos con su abogado.
La única alusión al caso Cecilia Strzyzowski y las comparaciones de Marcela Acuña
«Nadie más que nosotros quiere justicia no solo en el ‘caso‘ que nos tiene presos indebidamente sino también en que dejen de privarle la alimentación a niños y adultos que comían solo en comedores que hoy están abandonados», agrega en otro punto resaltado, la única alusión al femicidio de Cecilia.
«Pasó un año de nuestra detención y la impunidad sigue, indudablemente es normal para determinados poderes tener personas inocentes presas. No es normal. Cómo y por qué estamos presos es una degradación de lo humano y obviamente transitamos una INJUSTICIA que no se analiza. Hay poderes que quieren que sea normal lo que atravesamos, en una lógica parecida a lo que pasó con Santiago Maldonado, culpándolo a él de su muerte cuando en realidad fue asesinado», compara Acuña.
Sobre el cierre se compara con tres figuras históricas. «Me veo en Cristo, acusado y crucificado injustamente; en Ernesto ‘Che’ Guevara, fusilado por sus ideas y por lo que representaba; me veo en María madre de Dios quien vio y sufrió el padecimiento y la humillación de su hijo cargando la cruz y después crucificado», analizó, antes de pedir que Dios se «apiade» del poder político.
Y concluye su carta con un saludo: «Con la ternura de siempre».