Buenos Aires será el lugar de encuentro para celebrar la pluralidad de América del Sur en la primera edición del Seminario Internacional Sudacas Caóticas, un evento que se llevará a cabo del 16 al 18 de octubre y reunirá conferencias, muestras literarias, musicales y teatrales de doce conferencistas de ocho países de la región, con el objetivo de proponer y debatir miradas alternativas sobre la realidad cultural del continente.
Durante el seminario se llevará a cabo el estreno del documental Escrito sobre un cuerpo, rodado en Cuba, y motivado por los sucesos del 11 de julio de 2021. Ese día, mientras el mundo trataba de recuperar la normalidad tras la pandemia del COVID-19, miles de cubanos salieron a las calles para protestar por mejores condiciones de vida en la isla. Es un ensayo documental de 29min, dirigido por Esteban Prudencia.
Las protestas fueron motivadas por la escasez de alimentos, medicinas, los constantes apagones y las restricciones a las libertades civiles imperantes en el país. Las autoridades respondieron con represión y detuvieron a cientos de personas de forma arbitraria, mantuvieron bajo extrema vigilancia a activistas y periodistas independientes, y realizaron cortes de internet para evitar la diseminación de informaciones sobre las muestras masivas de descontento.
Los sucesos del 11J están considerados como la mayor protesta popular de la historia reciente de Cuba, y evidenciaron las contradicciones constitutivas de la sociedad cubana. Tomando como inspiración una performance colectiva que se llevó a cabo en 2024, donde se invitaba a personas del público a leer en voz alta fragmentos de textos relevantes de la historia nacional, el documental que se exhibirá por primera vez en Argentina busca rescatar las palabras de quienes se ven impedidos de alzar la voz o poner el cuerpo en señal de protesta y disidencia.
Aponte fue un hombre negro criollo y libre. En 1812 lideró el primer movimiento insurreccional organizado en la isla que buscaba al mismo tiempo la abolición de la esclavitud y la ruptura del orden colonial.
Los lectores de tabaquería de la segunda mitad del siglo XIX, eran obreros de las fábricas de tabaco que se turnaban para leer textos en voz alta al resto de sus compañeros mientras trabajaban. Entre periódicos, libros y panfletos, estas lecturas alimentaban tanto su imaginación y cultura, como su conciencia política.
El lector es una voz y a la vez un cuerpo. En vez de ofrecer una historia definitiva, busca ofrecer un mosaico: destellos de personas que leen y espacios que contienen memorias.
(Más información en IG @sudacascaoticas)